El Niño, El Arte y La Paz

Formar Generaciones para la Paz


EL ARTE Y LA PAZ

Son numerosas las expresiones a lo largo de la historia de la humanidad en que el arte y la obra de los artistas se han manifestado por la paz. Estos testimonios tienen en la clásica paloma blanca pintada por Picasso con un olivo en su pico, a uno de los emblemas reconocibles en el mundo entero favoreciendo esa proclama. Esta alegoría habla al corazón del hombre a buscar dentro de sus capacidades espirituales, el poder convivir con su prójimo y respetar todo acuerdo de conductas sociales que favorezcan un entendimiento por las vías de la pacificación. Artistas del mundo entero han proclamado desde lo más profundo de su conciencia la doctrina del amor y han salido a la calle manifestando sus ideas pacifistas.

La gran obra “Guernica” de Pablo Picasso es una alusión al gran sufrimiento del pueblo español en el que se recuerda el bombardeo injusto a ese pueblo. Mujeres, niños desprotegidos ante el ataque de tal violencia bélica, aparecen dramáticamente junto a la figura mitológica del toro que embiste ciegamente destruyendo una población civil. Ante las amenazas e incertidumbres que hoy día sufre la humanidad entera, se alza la palabra, la imagen de los artistas deseando un mundo fraterno y de paz, perpetuando lazos de comprensión y entendimiento entre los hombres.

Huellas imborrables ante Hiroshima y Nagasaki se ha visto en la película del artista y cineasta japonés, Kurosawa como un alegato para no volver a repetir tal hecho trágico que ha sido un página negra en la historia de la civilización, estas imágenes fueron realizadas con el propósito de defender la paz. En todas las instancias de amenaza el artista ha sido siempre el agente solidario y el “emergente” de una sociedad en crisis. 

Arnaldo Molinari escoge las calles y el contacto cotidiano con el barrio y su gente para establecer a través de su obra un diálogo por la Paz y la conciencia.

En las calles de Luz y de Paz en Lima-Perú, instala 150 obras referenciada a los Salmos de David generando un espacio cotidiano de Arte y Paz.

El artista escoge las vías de la paz como camino de reconocimiento del “otro”, de lo ajeno, de lo diferente, de la tolerancia mutua, queriendo más de las veces hallar dentro de las teorías “utópicas” un mundo mejor, donde la palabra, el sentimiento de hermandad esté al alcance de todas las culturas del mundo.

“El fundamento de todos los preceptos es ser consciente. Al serlo advertimos que por todo el mundo se están destruyendo vidas, y prometemos cultivar la compasión como fuente de energía para la protección de las personas, los animales, las plantas y el planeta entero. No basta sólo con sentir compasión. Debemos desarrollar también la compresión para saber qué clase de acción efectuar. Debemos esforzamos en poner fin a cualquier tipo de guerras.

La mente es la base de nuestras acciones. Matar con la mente es más peligroso que hacerlo con el cuerpo. Cuando crees que tu manera de pensar es la mejor y que todos los que no piensan como tú son tus enemigos, pueden morir millones de personas. Así que no sólo es matando con nuestras propias manos que quebrantamos el primer precepto. Si con nuestro modo de pensar y de vivir permitimos que la destrucción de la vida continúe, ello constituye también una ofensa”.

“La Paz no es un descanso entre guerra y guerra”. 

Toda acción que reconozca conscientemente lo que han sufrido los pueblos devastados por la guerra, tiende a alcanzar por las vías del espíritu como disciplina de comprensión, la acción justa de los actos humanos. Los pensamientos y acciones pacifistas en el mundo, es un argumento valioso para la mejor comprensión del sufrimiento y pérdidas acontecidas en la historia de la humanidad.

ROSA FACCARO
AACA-AICA
Buenos Aires- Argentina

Personajes y sus Biografías